Cuando puse los pies en el agua fría del pacífico, apretando la arena resignada en impotencia, respiré profundamente, mientras te abrazaba sintiendo el único calor que los rayos mezquinos del sol mañanero me regalaba, en tanto contemplaba y acariciaba mi tristeza, cerré los ojos.
Qué ironía más bella, que el sonido del océano que tanto amaba fuera quien aliviaba como bálsamo el desconsuelo de tu pronta partida.
El tiempo corrió deprisa, prudente por tu agonía ¡Y yo! Como cual porfiada amante, deseaba más segundos. El reloj sin aviso se detuvo y tus latidos se fugaron con la brisa del mar.
Autora: Alejandra Aros
Carrera : Psicología
Lo que diré de mi madre no da para homenajes, claro que no. Fue la persona más egoísta del mundo, no compartió con nadie la pena de la muerte dolorosa y lenta, la angustia de diagnósticos lapidarios que extinguían sus esperanzas de vernos crecer.
Menuda desfachatez encerrarse a sufrir en silencio y qué descaro el de sonreírnos siempre mientras su cuerpo se consumía por dentro. Nunca mostró ese dolor que doblega hasta al más valiente. Es la madre menos generosa, nos privó del sufrimiento y la impotencia desgarradora por no poder cambiar el maldito destino que nos arrebató su presencia.
Tenía cinco años, era muy pequeño y me arropaban las dudas. Fue una noche muy oscura, eterna y sin luz de luna, me cubría la neblina. Tras el abandono de mi progenitora, una mano entre las sombras toma mi alma y corazón, me consuela y atesora.
Esa persona es mi madre, quien también es la madre de mi padre, quien también fue mi guía en mi era de anarquía, mi consuelo en los fracasos, quien me abrigó entre sus brazos.
Gracias por tu manto, gracias por cubrirme, gracias por guiarme, no dejarme triste…
Te amo, viejita.
Autor : Kevin Araya
Carrera : Arquitectura
Autora : Maritza Valenzuela
Carrera : Psicología
Tus manos me dieron una guía cuando estaba aprendiendo a caminar. Tu cama me dio un refugio en las frías noches en las que no podía dormir si no estaba cerca tuyo. Tus abrazos me dieron un respiro cuando sentía que mis pensamientos me ahogaban. Tus recetas me dieron ayuda cuando la independencia golpeó a mi puerta. Tus palabras me levantaron en los momentos en los que el mundo entero daba vueltas para mí.
Siempre me lo has dado todo, mamá. Lo único que no me has dado es una respuesta a mi más grande pregunta: ¿Qué hice para merecerte?
Autora : Catalina Alcayaga
Carrera : Traducción e Interpretación en Inglés
Eres la flor más hermosa del jardín, un rojo brillante y vivo. Adornas con tu belleza cualquier paraje, como si fuera el más lindo de los paisajes.
Besos tan cálidos como una tarde de primavera, en que, al sonar las doce, te parabas y bailabas cueca, “no hay primera sin segunda” me decías, “ni segunda sin tercera”.
Vuélveme a abrazar así, como si de un 31 de diciembre a las 12 se tratase. Que ahora sí apreciaría cada mensaje que dejabas en mí. Desearía no haber sido ruin, si supiera que esos abrazos de las doce ya verían su fin.
Autora : Dayana Iriarte
Carrera : Traducción e Interpretación en Inglés
Autora : Tamara Faundez
Carrera : Fonoaudiología
Autora : Ana Lombardi
Carrera : Derecho
Autor : Juan Valdés
Carrera : Traducción e Interpretación en Inglés